Los
anuncios hechos por la universidad en plena época navideña fueron tan superficiales
que han generado olas de dudas, opiniones sin fundamento y muchos chismes. No es claro cuál fue el
objetivo de apresurarse a alborotar el avispero asustando y amargando el fin de
año a muchos de los interesados.
Deben
hacerse aclaraciones porque el problema ha sido principalmente de comunicación:
la información oficial que está en la página web de Admisiones parecen una
circular interna no un documento de difusión
para dar a conocer el nuevo proceso.
De
acuerdo a cada punto de vista habrá un análisis diferente y obviamente algunos
aspirantes saldrán perdiendo (sobre todo los que pasaban arrastrados). Desde mi
punto de vista estos son los argumentos a favor y en contra además de los retos
a los que se enfrenta:
A favor
1. Salvaría cupos
Por
alguna razón la Universidad Nacional eliminó la figura de los elegibles, es
decir de las personas que pueden tomar un cupo no utilizado por otro admitido. Hasta
el ultimo semestre las listas de admitidos fueron inmodificables aunque incluyesen
a personas que no cumplían los requisitos para matricularse o que no deseaban estudiar en la
UN.
Se propone un mecanismo flexible pero diferente
al de elegibles: para ser Admitido hay que realizar un papel activo siguiendo
unos pasos sencillos y comprometiéndose a hacer uso del cupo. Obviamente las
personas que no estén interesadas en usar tomar el cupo, pueden salir del
proceso fácilmente dejando disponible el cupo.
2. Opciones reales de segundas y más carreras.
Durante
los últimos años solo una minoría de
admitidos se ha beneficiado por la
figura de la segunda opción, se puede decir que es inexistente. Con el Nuevo
Proceso elegir la segunda opción es cosa seria, dado que serán muchos los
opcionados a ingresar por esa vía.
3. Por fin hay opciones
para los que aspiran a carreras de Artes
En el
proceso antiguo los aspirantes a carreras con examen específico carecían de
opción de elegir una segunda opción,
situación que relegaba a muchas personas que aun teniendo buenos puntajes no
tienen las habilidades artísticas necesarias o la vocación. Ahora tendrán las
mismas opciones que el resto de aspirantes.
4. Ingreso en un solo intento
Presentarse
a la Nacional significa un esfuerzo grande porque el valor del PIN es
apreciable además que el tiempo dedicado al proceso y la presión sicológica son
considerables: para muchos una sola presentación del examen es más que
suficiente sin importar el resultado. Con el antiguo proceso de admisión se
perdieron para siempre a muchos potenciales estudiantes que hubieran terminado
su carrera sin dificultades, con el nuevo proceso esas personas ingresarían al primer intento.
5. Coherencia
Hay
grandes diferencias entre el proceso de admisión y las mecánicas que se dan
durante el desarrollo de los estudios, tanto así que ingresan personas que no
logran enfrentar la exigencia de la carrera. Un paso para reducir esa falta de
coherencia es copiar mecánicas de la carrera en el proceso de admisión. Tanto
en la inscripción de materias como en la obtención del cupo se aplicaran una
medición del merito para otorgar el acceso a los recursos a las personas con
mayores posibilidades de aprovecharlos.
6. Se reduce el bachillerato remedial en la UN
La
falta de calidad en la educación básica y secundaria se ve reflejada en los
nuevos admitidos, pero en los últimos años el ha bajado tanto el nivel que la Universidad ha creado cursos
“nivelatorios” de dudosa efectividad que hacen las veces de un bachillerato
remedial, con el agravante que deja a algunos marcados como “desnivelados” para
el resto de su carrera (que muchas veces no la terminan). Se espera que con el
nuevo proceso en nivel académico de los admitidos se eleve.
En contra
1. Aumenta el trabajo de las admisiones
Desde
el punto de vista operativo la propuesta aumenta en alto grado las exigencias
para la Dirección de Admisiones: se debe crear y manejar un sistema para realizar el proceso de inscripción de carreras similar
al sistema que maneja los horarios de los estudiantes SIA. Ese es un proyecto que requiere tiempo y dinero, a
estas alturas no se sabe si esa plataforma existe o al menos se tenga los
“planos” de ella. Obviamente de no funcionar será imposible realizar la
repartición de los cupos y llevaría a uno de los mayores fiascos de la UN.
2. La UN se
mete en lo que no debe
Sin
querer queriendo la Universidad se mete de lleno en el eterno problema de la
orientación vocacional: en Colombia no existe. Al centrar los cambios del
proceso en el modo en que los aspirantes afrontan la selección de la carrera, la
UN asume las complejidades de la elección vocacional, situación que en el
antiguo proceso era responsabilidad únicamente del aspirante. Sin duda con el
nuevo proceso elegir la carrera es más complejo porque hay más libertad de
elegir (que paradójicamente es percibida como lo contrario) y muchos culparan a
la Universidad de sus problemas vocacionales y elecciones erradas.
3. Abuso del mecanismo de traslado de carreras
Muchos
recibirán la opción de ingresar a carreras alternas con el problema de que algunos opcionados
tendrán la intención de usar el traslados de carrera para lograr su objetivo
último de ingresar a la carrera para la que no obtuvieron el puntaje necesario.
Desde ya muchos aspirantes contemplan el escenario de entrar como opcionados
para estudiar un semestre y pedir el cambio.
4. Se entra en
discusiones inútiles
Desde
el primer anuncio de cambio en el proceso muchos han esgrimido ideas de lo que debería
ser la universidad (según ellos) sin tener en cuenta lo que realmente es:
algunos prefieren mantener las cosas como están en nombre de un raro sentido de
equidad que en últimas termina afectándolos solo a ellos, a veces hay que dejarlos hundirse en su propia
miseria.
Retos para la UN
1. Aumentar la cantidad de inscritos al examen
Durante
la difusión que se hizo en diciembre sobre el Nuevo proceso de admisión se
repitió hasta el cansancio que cada año se presentan 140.000 aspirantes al pregrado.
Según las estadísticas de la UN publicadas en su página, en el mejor de los
casos han sumado 106.000 (2011-2, 2012-1) y ha bajado a 95.000 para las últimas
dos convocatorias (2012-2, 2013-1). El reto para hacer del proceso de admisión
exitoso es el de lograr más aspirantes, es la mejor forma captar buenos
admitidos: si no hay competencia por los cupos cualquier proceso de admisión
fracasa.
2. Eliminar los atajos para ingresar a las carreras
Desde
la reforma académica de 2009 el traslado entre carreras se ha convertido en un
atajo para saltarse el requisito del examen de admisión: a unos pocos les ha dado resultado el truco,
para muchos otros ha sido la trampa para ellos mismos porque terminan cursando
carreras que no desean terminar. Estas situaciones ponen en tela de juicio la
importancia y pertinencia del examen de admisión.
3. Mejorar la comunicación frente a los potenciales
estudiantes
Es
claro que la UN tiene una pobre comunicación con las personas que están interesadas
en estudiar en ella, tampoco los postgrados son mejores en ese aspecto aun
teniendo la necesidad de captar aspirantes. Encontrar cualquier información de
la UN es una tarea difícil y en algunos casos imposible. Se debe mejorar ese
aspecto si se desea tener mejores admitidos, no siempre los más interesados en
ingresar a la UN son las personas más adecuadas para estudiar en ella.
Mejorar
la comunicación puede ser ofreciendo mas información que sirva para orientar
vocacionalmente a los bachilleres, es una tarea que a la larga terminaría beneficiando
a la misma Universidad.
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